A quien corresponda:
Primero, me quiero presentar, mi nombre es P.P.T., soy de Córdoba Capital, Argentina. Soy Contadora Pública, tengo 32 años y hace aproximadamente un mes que regresé de Brasil- Salvador de Bahía.
Viví en la Fazenda do Natal, en la casa nos encontrábamos voluntarios, laicos consagrados y personas que acogíamos para vivir junto a nosotros. Con ellos compartíamos la vida y las tareas de cada día.
A los niños los llevamos a la escuela, o al médico, los curábamos cuando estaban heridos y por supuesto dedicábamos el tiempo para escucharlos, jugar y amarlos.
Este tiempo de misión fue para mí lo que permitió una madurez y un crecimiento espiritual y también en niveles prácticos. Madurez espiritual, ya que mi oración fue mucho más fluida y profunda, permitió momentos de lectura, cosa que antes me costaba mucho. Encontré un gusto especial por la lectura, especialmente de la vida de los Santos y de los Documentos y Encíclicas de la Iglesia.
La misa diaria y la adoración Eucarística han sido el gran sostén para la misión y para poder entregar a los pies de Jesús los dolores y cruces de mis amigos los más pequeños.
Y madurez a niveles prácticos ya que al compartir mi vida con mamás maestras, me enseñaron la bendición de la crianza de cada uno de los hijos y lo que despertó en mí el gran deseo de formar mi familia, entregándome cada día como ellas lo hacían por cada hijo.
Hoy que ya volví a Argentina Córdoba tengo dos cosas en claro, que quiero seguir viviendo la misión en mi lugar a donde me encuentre y con las personas que me cruzo, transmitiendo el carisma de consolación y compasión, manteniendo en lo posible la misa entre la semana cuando esté a mi alcance y la adoración Eucarística.
Desde ya muchas gracias por leer esta carta.
Que Dios y la Virgen lo acompañen